VATICANO, 07 Abr. 17 / 09:07 am (ACI).- El Papa Francisco hizo un llamado a los medios de comunicación a que actúen con responsabilidad cuando difundan sus noticias, ya que la buena información puede derribar los muros del miedo y la indiferencia.
En la entrevista concedida a la revista italiana “Libertà Civili”, el Pontífice lamentó que “con frecuencia son los mismos medios de comunicación los que emplean estereotipos negativos para hablar de los migrantes y refugiados. Basta con pensar en el uso incorrecto que, con frecuencia, hacen de los términos con los que se refieren a los migrantes y refugiados”.
“Cuántas veces oímos hablar de ‘clandestinos’ como sinónimo de migrante. Esto no es correcto, es una información que parte de una base equivocada y que empuja a la opinión pública a elaborar un juicio negativo”.
El Santo Padre pidió a los medios que informen con veracidad, pues “la buena información puede derribar los muros del miedo y de la indiferencia”.
“El otro, el diferente, asusta cuando no se conoce”. En cambio, “si se explica y se lleva la verdad a la casa de la gente por medio de imágenes e historias en las que se presenten los aspectos más humanos y más positivos, entonces el conocimiento está más allá del estereotipo y el encuentro se convierte en una realidad. Cuando desaparece el miedo, entonces las puertas se abren y la acogida se hace de forma espontánea”.
En este sentido, explicó que “los medios de comunicación deberían sentirse empujados al deber de explicar los diferentes aspectos de la migración, favoreciendo el que la opinión pública también conozca las causas de este fenómeno”.
“La violación de los derechos humanos, los violentos conflictos, los desórdenes sociales, la ausencia de bienes de primera necesidad, las catástrofes naturales y las causadas por el hombre: todo esto debe ser contado claramente y permitir, de esa manera, el conocimiento justo del fenómeno migratorio y, como consecuencia, la justa aproximación”.
Por el contrario, Francisco mostró su contrariedad por “el sensacionalismo hacia el que gran parte de los medios de comunicación apuntan hoy”.
Ese sensacionalismo se sustenta en el hecho de que “genere más interés un suceso de crónica negra que una noticia positiva. Y así, resulta más rentable hablar de algunos casos de delincuencia que tienen por protagonista a un migrante, en lugar de contar los muchos casos de integración promovidos por los propios migrantes”.
Francisco recordó las palabras que dirigió a los líderes europeos reunidos en Roma con ocasión del aniversario de la firma del Tratado de Roma.
“Como dije a los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea con aquella ocasión, la apertura al mundo exige la capacidad de diálogo como forma de encuentro a todos los niveles, comenzando por el encuentro entre Estados miembros y entre las instituciones y los ciudadanos, y terminando con el encuentro con los muchos inmigrantes que llegan a las costas de la Unión”.
Por último el Santo Padre reclamó una mayor humanidad en la forma de tratar el tema de la inmigración: “No se puede limitar a gestionar la grave crisis migratoria de estos años como si fuese un problema numérico, económico o de seguridad”.
“La cuestión migratoria plantea una pregunta muy profunda que es, ante todo, cultural”, concluyó.