“Me gusta pensar que el trabajo más importante que debemos hacer entre nosotros, en la humanidad, es el trabajo de ‘la oreja’: escucharnos”, afirmó en su saludo.
“Escucharnos, sin prisas en dar una respuesta. Acoger la palabra del hermano, de la hermana y pensar después en dar la mía. Pero la capacidad de escucha, esto es muy importante”.
Francisco añadió que se trata de una cuestión “interesante”. “Cuando las personas tienen esta capacidad de escucha, hablan con un tono bajo, tranquilo. Sin embargo, cuando no la tienen, hablan fuerte y también gritan. Entre hermanos, todos nosotros debemos hablar, escucharnos y hablar despacio, tranquilos, buscar juntos el camino”.
“Y cuando se escucha y se habla, ya se está en el camino. Les doy gracias por este camino que están haciendo y pido a Dios omnipotente y misericordioso que les bendiga”, dijo al final de su encuentro con los musulmanes.