GÉNOVA, 27 May. 17 / 10:37 am (ACI).- En el encuentro con los niños y trabajadores del Hospital Pediátrico “Giannina Gaslini” en la Arquidiócesis de Génova, Italia, el Papa Francisco alentó a servir a los pequeños con ternura, como a Jesús.
“Nosotros sabemos que la fe opera principalmente a través de la caridad y, sin ella, muere. Por lo tanto, animo a todos ustedes para llevar a cabo un trabajo delicado, movido por la caridad, a menudo pensando en el “buen samaritano” del Evangelio, atento a las necesidades de sus pequeños pacientes, atendiéndolos con ternura en su fragilidad y viendo en ellos al Señor”, dijo el Santo Padre dirigiéndose al personal del hospital, este 27 de mayo.
“Aquellos que sirven a los enfermos con amor sirven a Jesús, quien abre el reino de los cielos” añadió.
El Santo Padre llegó al lugar en un coche cerca de las 3:15 p.m. (hora local). Primero visitó la unidad de cuidados intensivos del hospital, y luego saludó a los trabajadores del centro de salud.
Previo a dirigirse a los presentes, el Pontífice escribió en un cuaderno de registro de visitas lo siguiente: “Para todos aquellos que trabajan en este hospital, donde el dolor se convierte en ternura, amor y curación, les agradezco sinceramente su trabajo, su humanidad, su caricia a tantos niños que, desde pequeños, llevan la cruz. Con admiración y agradecimiento. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”.
Más adelante, en su discurso, el Papa aseguró que en su visita a Génova “no podía faltar dar un paso por este hospital”, debido a que “el sufrimiento de los niños es, sin duda, el más difícil de aceptar”, y porque Dios lo llamó a “ponerse de pie, aunque sea brevemente, junto a estos niños y sus familias”.
“Saludo a todos los que trabajan en este hospital, que durante 80 años se dedica, con pasión y experiencia, al cuidado y apoyo de la infancia, con el importante aporte de la investigación”, expresó.
Luego, el Pontífice dio un agradecimiento a los responsables del hospital, “empezando por el Presidente de la Fundación, el Arzobispo de Génova, médicos, personal paramédico, todos los empleados en las diversas especialidades, y los hermanos menores capuchinos y todos los que ayudan a los niños enfermos con amor y dedicación”.
También recalcó la necesidad de los “gestos amistad, comprensión,afecto y apoyo” de los padres.
Después, el Santo Padre recordó que el instituto fue fundado con un “trabajo de amor” por el senador Gerolamo Gaslini.
“Él lo fundó en honor a su hija, que murió a una edad temprana, despojándose de todas sus posesiones: empresas, fábricas, bienes raíces, dinero e incluso su casa. Por lo tanto, este hospital, conocido y apreciado Italia y en el mundo, tiene un papel especial: seguir siendo un símbolo de generosidad y solidaridad”, añadió.
Asimismo, enfatizó las palabras de Gaslini en el acto de fundación del hospital: “Es mi firme voluntad de que este instituto tenga como base y guía la fe católica (...) que estimule todas las actividades y conforte todo el dolor”.
Finalmente, el Santo Padre, dijo que espera que el hospital, “fiel a su misión, continúe su valor manejando la enfermería y la investigación mediante el apoyo y generosas contribuciones y desinteresadas de todos categorías y en todos los niveles”.
“Por mi parte, los acompaño con la oración y, que la bendición del Señor, recaiga sobre vosotros, todos los pacientes y sus familias”, concluyó.
Después de esta visita, el Papa Francisco se dirigió a la Plaza Kennedy de Génova, para celebrar la Eucaristía.