“Demos gracias a Dios por el año que llega a su fin, reconociendo que todo el bien es don suyo”, escribió el Santo Padre en su cuenta de Twitter @pontifex_es.
Asimismo, el Pontífice también presidió hoy las Vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios que la Iglesia celebra el 1 de enero.
En su homilía señaló que el amor de Dios es una fuerza sin precedentes que perdurará a lo largo de toda la historia y cuya plenitud es Jesús.
Francisco centró su reflexión en dos expresiones de la Carta de San Pablo a los Gálatas cuando recuerda que en la “plenitud de los tiempos”, el Hijo de Dios se hizo hombre en Navidad para “rescatar” a todos de la esclavitud.
“Es cierto que por el momento aquel Jesús es casi invisible e insignificante, pero en poco más de treinta años desatará una fuerza sin precedentes, que todavía permanece y perdurará a lo largo de toda la historia. Esta fuerza se llama Amor. El amor da plenitud a todo, incluso al tiempo; y Jesús es el ‘concentrado’ de todo el amor de Dios en un ser humano”, dijo el Papa.