En la rueda de prensa que ofreció en el vuelo de regreso a Roma desde Emiratos Árabes Unidos, el Papa Francisco se pronunció sobre la carta que le envió el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidiéndole su mediación ante la grave crisis que afecta al país y cuando cada vez más gobiernos reconocen a Juan Guaidó como legítimo presidente venezolano.
“Yo antes del viaje sabía que llegaba por valija diplomática una carta de Maduro. Esta carta no la he leído todavía. Veremos si se puede hacer. Pero para que se dé una mediación, ese último paso, debe haber la voluntad de las dos partes, deben ser las dos partes las que la pidan. Ese fue el caso de Argentina y Chile”, dijo el Santo Padre.
El Papa se refirió a la mediación de San Juan Pablo II para evitar una guerra entre Argentina y Chile en 1978. Francisco recordó que el santo polaco aceptó el pedido de ambas naciones e impidió el conflicto bélico por la disputa del Canal de Beagle.
En su respuesta a la pregunta de la periodista Sagrario Ruiz, de Radio Nacional de España, Francisco dijo que “la Santa Sede en Venezuela ha estado presente en el momento de diálogo en el que estaba su compatriota (el expresidente José Luis) Rodríguez Zapatero, en una primera reunión con Mons. Tscherrig” que luego “ha continuado con Mons. Celli. Ahí no nació nada, humo”.
Mons. Claudio María Celli, representante del Vaticano en el diálogo entre la oposición venezolana y el Gobierno de Maduro, renunció a su encargo de facilitador en enero de 2017, luego que el régimen incumpliera los puntos del acuerdo al que se llegó el 30 de octubre de 2016.
Los cuatro puntos del acuerdo eran el compromiso de implementar medidas destinadas a aliviar la grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas, que las partes concuerden el calendario electoral que permita a los venezolanos decidir sin dilaciones su futuro, que se tomen las medidas necesarias para restituir cuanto antes a la Asamblea Nacional el rol previsto en la Constitución, y que se apliquen los instrumentos legales para acelerar el proceso de liberación de los detenidos.
Además de Mons. Celli, acompañaban el diálogo en Venezuela varios expresidentes como Rodríguez Zapatero y Ernesto Samper, exmandatario de Colombia.
Sobre la posible mediación en esta crisis, el Papa Francisco dijo en el avión: “Ahora no sé, yo veré la carta y veré qué se puede hacer. Pero la condición inicial es que las dos partes lo pidan. Estamos siempre dispuestos”.
Guaidó no ha solicitado la intervención del Papa ante la crisis en Venezuela.
“Es lo mismo que cuando la gente va a pedir ayuda porque hay problemas entre el marido y la mujer, va uno, ¿y la otra parte viene o no viene? ¿Quiere o no quiere? Siempre las dos partes. Ese es el secreto”, dijo el Santo Padre.
Y para los países también es la condición que les debe hacer pensar antes de pedir una facilitación, una presencia de observadores o una mediación. Las dos partes siempre”.
El Papa Francisco habló también sobre los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero contra religiosas en la Iglesia, algo que “es un problema” que surge porque algunos consideran a la mujer como “de segunda clase”, pero sobre el cual se está trabajando.
El Santo Padre respondió a una pregunta de Nicole Winfield de Associated Press (AP) sobre la acción del Vaticano ante los abusos cometidos por miembros del clero contra religiosas, algo que fue denunciado en la revista femenina del diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR).
En el número de enero del suplemento “Mujeres, Iglesia, Mundo” de LOR, la historiadora y directora del mismo, Lucetta Scaraffia, denunció estos abusos al interior de la Iglesia y cuestionó las razones por las cuáles “no se habla de los obispos que realmente han violado a monjas indefensas, religiosas que se ven obligadas a abandonar la vida religiosa o a abortar”.
En su pregunta al Papa, la periodista Nicole Winfield recordó que hace unos meses la Unión Internacional de las Superioras Generales también hizo una denuncia pública de este problema.
“Es verdad, dentro de la Iglesia ha habido clérigos, en algunas civilizaciones de modo más fuerte que en otras. No es una cosa ‘todos hacen eso’, pero hubo sacerdotes y también obispos que han hecho eso. Y yo creo que se hace todavía: no es que desde el momento en que te das cuenta, termina. La cosa avanza así”, dijo Francisco.
Tras explicar que ya se ha suspendido y expulsado a algunos clérigos que han cometido estos abusos, el Papa recordó el caso de una congregación religiosa femenina en la que había “esclavitud sexual” y el importante papel que jugó Benedicto XVI para llegar a su disolución.
“El folclore sobre el Papa Benedicto lo hace ver como bueno, bueno como el pan y nada de malo; como débil, pero de débil no tiene nada. Ha sido un hombre fuerte, un hombre consecuente con las acusaciones y él ha comenzado. Y allí en esa congregación había este problema que usted dice”, refirió el Papa Francisco.
Ante este tema, concluyó el Santo Padre, “yo quiero seguir adelante. Hay casos… sobre todo. En algunas congregaciones, especialmente nuevas, algunas. Y en algunas regiones más que en otras. Sí, esta es la cosa. Estamos trabajando”.