El Papa Francisco expresó de nuevo su cercanía a todos los franceses por el incendio de la Catedral Notre Dame en París ocurrido el lunes pasado.
Después de pronunciar su catequesis semanal en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre dijo a los peregrinos de lengua francesa presentes en la Audiencia General que expresaba su “afecto y cercanía” a la comunidad diocesana de París, a todos los parisinos y a todos los franceses por el incendio en la Catedral Notre Dame. “Estoy muy entristecido y me siento muy cerca de todos ustedes”, señaló.
Además, el Pontífice manifestó “la gratitud de toda la Iglesia” a las personas que “han trabajado duro, incluso arriesgándose, para salvar la Basílica”.
“Que la Santísima Virgen María los bendiga y apoye en la obra de reconstrucción: ¡Que sea una obra coral, para la alabanza y la gloria de Dios!”, alentó el Papa.
En un mensaje enviado el 16 de abril al Arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, el Pontífice reconoció que este desastre dañó seriamente no solo a un edificio histórico, sino además a “un símbolo nacional muy querido en los corazones de los parisinos y franceses en la diversidad de sus creencias”.
En esta línea, el Papa calificó la Catedral Notre Dame como una “joya arquitectónica de una memoria colectiva, el lugar de reunión de muchos eventos importantes, el testimonio de la fe y la oración de los católicos en la ciudad”.
Por ello, Francisco esperó que se realice la obra de reconstrucción para que vuelva a ser esa “hermosa joya en el corazón de la ciudad, un signo de la fe de quienes la construyeron, iglesia madre de su diócesis, un patrimonio arquitectónico y espiritual de París, Francia y la humanidad”.
