Hasta su designación como nuevo Obispo Auxiliar de Santiago de Chile, Mons. Lorenzelli Rossi dirigía a la comunidad salesiana en el Vaticano y era el capellán de la dirección de los Servicios de Seguridad y Protección Civil del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En su homilía, el Papa Francisco recordó que “nuestro Señor Jesucristo, enviado por el Padre para redimir a los hombres, envió a su vez a los doce apóstoles al mundo, para que fueran llenos del poder del Espíritu Santo para proclamar el Evangelio a todos los pueblos y reunirlos bajo un solo pastor, para santificarlos y conducirlos a la salvación”.
“Para perpetuar este ministerio apostólico de generación en generación, los Doce reunieron a los colaboradores y, con la imposición de las manos, les transmitieron el don del Espíritu recibido de Cristo, que les confirió la plenitud del sacramento del Orden”.
“Así, a través de la sucesión ininterrumpida de obispos en la tradición viva de la Iglesia, este ministerio primario ha sido preservado y la obra del Salvador continúa y se desarrolla hasta nuestros días. En el obispo rodeado de sus sacerdotes está presente en medio de vosotros el mismo Señor nuestro Jesucristo, sumo sacerdote para siempre”, señaló.
El Papa Francisco subrayó que “es Cristo, de hecho, quien en el ministerio del obispo continúa predicando el Evangelio de la salvación, es Cristo quien continúa santificando a los creyentes a través de los sacramentos de la fe”.
“Es Cristo quien, con la sabiduría y la prudencia del obispo, guía al pueblo de Dios en la peregrinación terrena hacia la felicidad eterna”.
El Santo Padre alentó al nuevo obispo, nacido en Buenos Aires (Argentina), a que “nunca te olvides de tus raíces, de tu madre, de tu familia- tus raíces. Refleja que has sido elegido de entre los hombres y para los hombres, has sido constituido en las cosas que conciernen a Dios”.
“Porque ‘Episcopado’ es el nombre de un servicio, no de un honor. El obispo es más responsable del servicio que de la dominación, según el mandamiento del Maestro: ‘Quien sea el más grande entre vosotros que sea como el más pequeño. Y quien gobierna, que sea como el que sirve’”.
El Papa pidió a Mons. Lorenzelli Rossi que anuncie “la Palabra en cada ocasión: oportuna y no oportuna. Amonesta, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina”.
Además, le señaló, “no olvides que la primera tarea del obispo es la oración”, pues “un obispo que no ora es un mercenario”.
“En la Iglesia que te ha sido confiada, sé fiel guardián y dispensador de los misterios de Cristo, puestos por el Padre a la cabeza de su familia, sigue siempre el ejemplo del Buen Pastor, que conoce a sus ovejas, que las conoce y que no ha dudado en dar su vida por ellas. Cerca del pueblo de Dios, para conocer el pueblo de Dios del que fuiste elegido”.
El Papa le encomendó también que ame “con el amor del padre y del hermano a todos aquellos que Dios te confía. Ante todo, sacerdotes y diáconos, son tus colaboradores”.
El Santo Padre le señaló que “el prójimo más cercano del obispo son los sacerdotes y los diáconos. Cerca de los sacerdotes: ¡muy cerca! Que cuando te busquen te encuentren inmediatamente, sin burocracia: directamente”.
“Pero también sé cercano a los pobres, a los indefensos y a todos los que necesitan acogida y ayuda. Exhorta a los fieles a cooperar en el compromiso apostólico y escúchalos de buena gana”, expresó.