En un video publicado en su cuenta de Twitter el 25 de marzo, López Obrador dijo que envió cartas al Rey de España, Felipe VI, y al Santo Padre “para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos”.
“Hubieron (sic) matanzas, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz. Se edificaron las iglesias arriba de los templos”, dijo, y recordó que “se excomulgó a nuestros héroes patrios, a los padres de nuestra patria, a (Miguel) Hidalgo y a (José María) Morelos”, ambos sacerdotes que se alzaron en armas contra España durante la revolución de independencia del actual México.
“Es tiempo de decir ‘vamos a reconciliarnos, pero primero pidamos perdón’”, añadió el presidente de México.
El pedido de López Obrador se enmarca en la conmemoración este 2019 de los 500 años de la llegada del conquistador Hernán Cortés al territorio continental del actual México, así como del medio milenio de la caída de Tenochtitlán, hoy Ciudad de México, que se recordará en 2021.
Sin embargo, el Papa Francisco ya hizo un pedido de perdón por los “muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América”.
En su discurso durante el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), el 9 de julio de 2015, el Papa Francisco recordó que estos pecados han sido reconocidos por “mis antecesores, lo ha dicho el CELAM, el Consejo Episcopal Latinoamericano, y también quiero decirlo”.
“Al igual que San Juan Pablo II, pido que la Iglesia –y cito lo que dijo él– ‘se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos’. Y quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no solo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”.
“Y junto a este pedido de perdón y para ser justos, también quiero que recordemos a millares de sacerdotes, obispos, que se opusieron fuertemente a la lógica de la espada con la fuerza de la cruz”, dijo.
El Santo Padre reconoció que durante la conquista y evangelización de América “hubo pecado, hubo pecado y abundante, pero no pedimos perdón, y por eso pedimos perdón, y pido perdón”.
“Pero allí también, donde hubo pecado, donde hubo abundante pecado, sobreabundó la gracia a través de esos hombres que defendieron la justicia de los pueblos originarios”, aseguró.
Por su parte, el Gobierno de España expresó en un comunicado que “rechazamos con toda firmeza” el pedido de López Obrador.
“La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, señaló el Gobierno español, y añadió que “nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria”.