El Papa Francisco alertó a los jóvenes ante el riesgo de caer en la mediocridad, algo que convierte al joven, sin haber luchado, en alguien “tibio y sin gusto”.
Así lo indicó el Santo Padre el sábado 23 de marzo en el diálogo que sostuvo en el Aula Pablo VI con un grupo de alumnos del Colegio Barbarigo de la localidad italiana de Padua.
“En la juventud se aprende que en la vida nada es gratis. Debes mirar las metas, llegar a ellas. Gratuito solo es el amor de Dios, su gracia. Eso es gratuito porque Él nos amará siempre, siempre; pero para ir adelante se requiere el esfuerzo de cada día”, dijo el Santo Padre.
“No debemos cerrar los ojos ante las dificultades, sino rechazar aquellas cosas que te llevan a la mediocridad. Esta palabra, recuérdenla bien en el corazón: mediocridad”, alertó Francisco. “Un joven mediocre acabará siendo tibio. Ni frío ni caliente. Será tibio, sin gusto, sin nada, sin haber luchado”, agregó.
El Pontífice también aprovechó la ocasión para referir a la educación que, en su opinión, antes consistía “en más o menos llenar la cabeza de ideas y nada más. Esto no es educación”.
“La educación es confrontarse con los problemas de la vida. Es cierto que se necesita ideas en la cabeza, estudiar las cosas teóricas, pero para confrontarse siempre –es una palabra importante– con los verdaderos problemas de la vida”, dijo Francisco.
Para esto necesario confrontarse no “solo con los problemas sino con las bellezas de la vida, confrontarse con el arte, con las cosas buenas que sucede en la vida. Esto es algo muy importante”.
